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sábado, 30 de enero de 2010

Capítulo 6.

Me introduje en el ascensor mirándole de reojo, pero su rostro mostraba frialdad. La puerta se cerró a tiempo de ver a Xander sonriendo de oreja a oreja. !Maldito sea, lo había hecho a propósito!

- Lo siento, Blake.- Mi miró pero sus ojos parecían ausentes.- Te debo una explicación.

- Ya lo creo.- Su voz denotaba reproche.- Estábamos hablando. Te beso en la nariz, - se puso un poco colorado al decir eso.- y sales corriendo sin decir nada. ¿Como piensas que me he quedado?

- Lo siento.- Repetí.- Pero no ha sido por eso. Me... me ha gustado lo que has hecho.- Me costó admitirlo pero era la verdad.

- ¿Ah, no?-Su rostro denotó sorpresa.

- Mi amiga...- aún me costaba hablar de ello.- Mi amiga Meg, ha hecho una tontería, yo no estaba con ella, se la han llevado en ambulancia...Yo...Yo no sé lo que voy ha hacer.- Me miré los pies avergonzada.

Me miró con aquellos preciosos ojos verdes. Se acercó y me abrazó. Yo lo rodeé con mis brazos, fuerte.

- Ahora soy yo el que lo siente.- Dijo apurado.

- No lo hagas, no tienes culpa de nada. - Me olió el cabello y esperaba que aún conservara el aroma a kiwi de mi champú.

Se echó hacia atrás para poder mirarme. ¿Como podíamos tener esa conexión si a malas penas nos conocíamos de unas cuantas horas? aunque en esas pocas horas ya habían pasado muchas cosas.

- ¿Quien era ese?-Preguntó interesado. Le miré incrédula.

- Mi mejor amigo, Xander. ¿Por qué lo preguntas?

- Pues parecía algo más que tu amigo por las palabras tan bonitas que os decíais.- Suspiró. aún me tenía abrazada.

- !Oh venga!- Sonreí.-!!Estás celoso!!

-!¿Qué?!- Se puso aún más colorado y me reí.- !Yo no he dicho nada de eso!

-Estas celoso. No lo niegues.-Me separé de él y comencé a reir sin parar.

- Definitivamente, deliras.- Dijo, aunque era más que obvio que había dado en el pleno.

El ascensor paró y me bajé. Estaba a punto de decirme algo cuando me sonó el movil.

- Espera un momento.- Le dije. Me puse al móvil.- ¿Sí?

-Nelly, -era Rob.- Tengo trabajo para tí. Te necesito para un recado. Es urgente. Pasate por aquí esta noche. Xander pasará a recogerte.

- ¿Tiene que ser esta noche, Rob?- Medio lloré. Tenía la sensación de que Blake me tenía que decir algo.

- Sí. Ya te explicaré por qué.- Acto seguido, colgó. Me dí la vuelta para afrontar a Blake que tenía la puerta del ascensor cogida con su mano para que no se cerrara.

- ¿Ocurre algo?- Preguntó. Mi cara debía ser un poema.

- No, nada. - murmuré.

- ¿Tienes algo que hacer esta noche? Podríamos salir si te apetece.- Dijo esperanzado. Cómo me dolía tener que rechazarle despues del planton de por la mañana.

- Lo siento, pero no puedo.- Se le descompuso la cara. Intenté inventarme una escusa convincente.- Verás, la madre de mi amiga va a tener que quedarse con ella en el hospital. Me ha pedido que me quede con su hija menor. En otra ocasión si te apetece.

- Claro. Ahora que lo mencionas tengo que asistir a una inauguración de un museo en las afueras. Si quieres salir o algo tan solo tienes que llamar al ático, ¿vale?- Sonrió tristemente. Le dediqué mi mejor sonrisa.

- Vale.- Dejó que se cerrara la puerta.
Abrí la puerta de mi casa y justo cuando la abría, de ella salió una chica muy escotada. Aluciné.

- ¿quién eres tu?- Me preguntó descaradamente.

- En todo caso creo que eso lo debería preguntar yo, ¿no crees?- Dije enfadada.

- Sí, claro.- Enarcó una ceja irónicamente.

- ¿Perdona?- La cogí del hombro y se sacudió mi mano por lo que me limité a empujarla.- Sal de mi casa. AHORA.

Salió a trompicones por culpa de sus altos tacones y su corta minifalda, incluso se tropezó con la alfombra del rellano. Se giró mientras llamaba al ascensor para mirarme malamente. Le cerré la puerta en los morros y grité:

- !!JASON!!- Al instante salió de su habitación. ME sorprendió que me hubiera oído con todo el barullo que salía de su cuarto. Se estaba poniendo la camiseta.

- ¿A qué viene tanto escandalo?- Me dijo. Pasó por mi lado como si nada. Le seguí hasta la cocina.

- !¿Qué a qué viene tanto escándalo?!- No me lo podía creer.- ¿Quien era... esa con la que me he cruzado?Dios, Jason. !Apenas tienes 16 años!

- Tú no eres nadie para decirme con quién puedo hacer lo que me dé la gana.- Se bebió un bote de Pepsi en dos tragos y lo tiró a la basura. Comenzó a andar de nuevo a la habitación.- Además, ¿no fuistes tú la que me obligó a dejar a Pansy? ¿Que era malo para el negocio? Pues ya tienes lo que querías.- Me dolió verle tan dolido. El corazón me dió un vuelco tan sólo de pensar que había dejado a Pansy por mi culpa. Era una buena chica.

- Jason, yo nunca te he dicho que...- !PUM! Puerta en las narices.

Grité de rabia y le pegué una patada a la puerta. Mientras me iba enfadada a mi habitación, oí como su puerta se abría un poco para después cerrarse.
Saqué el gorro, el antifaz y el mono negro. Me coloqué la ropa y el gorro, Guardándome el antifaz en un abrigo que me puse encima para no desentonar. Salí de mi casa y cuando llegué al rellano, Xander ya me estaba esperando.

-Ey.- Saludó. Ni siquiera le miré. Tan sólo me limité a caminar y esperar que él me siguiera.- ¿Te ocurre algo? ¿Qué ha pasado con las palabras de esta mañana?

- Sólo estoy de mal humos, ¿vale? Hoy he tenido un día espantoso.- Le contesté.

-¿Y Jason?- Muy bien, Xander. El dedo en la llaga.- ¿No viene hoy?

- No.- Me limité a decir. Me miré lo pies.-Ultimamente está muy raro.

- Me pregunto por qué será...- Dijo. Le miré y sonreí al ver su rebelde pelo castaño claro mecerse con el frío viento invernal. Me arriesgué y le di la mano, sin miedo a que la gente pensara mal o que él se hiciera ilusiones. Se lo había dejado claro y le apreté fuerte para caldearme a pesar de que mis guantes negros estaban en el bolsillo derecho de mi abrigo.

1 comentario:

Anónimo dijo...

me encantaa tu hitoriia jajayo tambiien me llamo evaa :D aora te agrego al tuentii me tienes qe aviisar cuando agaas el siguiientee ehh!